El Paisaje Bajo la Lluvia

Hacer fotografía de naturaleza bajo la lluvia requiere saber cuidar nuestro equipo. Cuando el agua cae a cántaros prefiero resguardarme, pero cuando es una llovizna fina y elegante disfruto la caminata, que en cada paso va limpiando el alma, arrastrando gota a gota cualquier pesar que pudiésemos llevar dentro. Escogido el lugar para la fotografía se debe poner especial cuidado en el entorno, pues el agua que todo lo cubre hace que las superficies se vuelvan muy resbaladizas, siendo una complicación adicional para encontrar un punto estable de fijación para el trípode. En ningún momento se debe bajar la guardia, pues un paso mal dado y nos ganaremos un doloroso costalazo. Cuando no se tiene compañía hay que hacer malabares para preparar el equipo, pues lo más seguro tendremos una mano dedicada exclusiva a sostener el paragüas. A pesar de lo complicado que pudiese parecer, es una fabulosa experiencia, que manteniendo el riesgo bajo control, hace que la aventura se convierta inolvidable.


Salto Lan Lan. Parque Nacional Conguillío. Novena Región 2011

Después de estacionar el auto al lado de la caseta de Conaf, recorrí un corto sendero bajo la lluvia hacia el mirador del salto Lan Lan, ubicado en el sector Los Paragüas del Parque Nacional Conguillío. La lluvia limpia la superficie de la vegetación, dejando los colores desnudos en estado prístino. El brillo se retira de la imagen usando un filtro polarizador, logrando una saturación mágica del verdor. La luz pálida del día nublado no hace más que acentuar la atmósfera melancólica que asociamos a la lluvia. Por eso, cuando lo que se desea es capturar un paisaje único que transmita paz al corazón, la lluvia es una opción generosa y atractiva.