Nitidez en el Paisaje de Detalles

El paisaje de detalles, o paisaje íntimo, requiere tener en cuenta recomendaciones simples para asegurar la máxima nitidez en todo el encuadre. Para la discusión, supondremos el uso de un lente tipo teleobjetivo. El efecto de compresión de distancias de las longitudes focales largas permite crear un ambiente íntimo, perfecto para los paisajes de detalles.

La primera recomendación es ubicar el plano del sensor de la cámara fotográfica lo más paralelo posible al plano de la superficie. Recordemos que la nitidez aparente queda contenida a lo largo de un eje que es perpendicular al plano del sensor, distancia conocida como profundidad de campo. Lograr la posición correcta puede ser un proceso lento, de varios minutos, pero con la ayuda de un trípode tenemos varios grados de libertad para el acomodo del sistema.


Paisaje Íntimo de Montaña. Reserva Nacional Alto Biobio. Novena Región 2011

La segunda recomendación es escoger la apertura adecuada. Este punto puede ser crítico, pues también depende de la distancia entre la superficie y el plano del sensor. En efecto, para capturar un delicado detalle, nos pondremos encima del paisaje para sacar máximo provecho al acercamiento que permite el teleobjetivo. Todo quedará más claro con números. Usemos una longitud focal típica de 200mm. La distancia mínima de enfoque de un teleobjetivo es un poco mayor a un metro, así que supongamos una distancia de 1.5 metros. Si usamos una apertura F/8, la profundidad de campo total será apenas 1.7 centímetros, que quedará distribuida mitad sobre la superficie y mitad bajo la superficie, es decir, los objetos en el plano perpendicular a la superficie quedarán en foco a una altura menor de 1 centímetro. Ahora, si cambiamos la apertura a F/22, la profundidad de campo aumenta a 4.8 centímetros, teniendo así casi 2.5 centímetros sobre la superficie para dejar en foco los objetos. El ejercicio supone incluir en el encuadre un único detalle, por lo que usamos 200mm. Disminuyendo la longitud focal, por ejemplo, a 100mm, a la misma distancia de 1.5 metros y apertura F/22, resulta una profundidad de campo de unos 20 centímetros. Pero, hago notar que parte importante de la intimidad del paisaje viene dado por la compresión de distancias, efecto acentuado con los 200mm.

La última recomendación es no tocar el sistema al momento de la captura. Las opciones son usar el temporizador, o bien un disparador remoto, con la cámara fotográfica montada en un trípode. Así nos aseguramos de no introducir vibraciones que pudiesen perturbar la nitidez de la imagen final.

Es importante entender los cálculos solo como una referencia, pues estamos haciendo muchos supuestos y estimaciones. Para terminar fijando ideas, mírese la esquina superior izquierda de la imagen de ejemplo. Si bien las hojitas son pequeñas, no alcanzaron a quedar completamente en foco, pues su proyección vertical sobrepasó el par de centímetros de la profundidad de campo. Son justamente este tipo de detalles los que se deben ir incorporando en el proceso de observación previo a la captura de la fotografía.