Para mí, originalidad y creatividad eran casi sinónimos. Sin embargo, son dos conceptos distintos. Originalidad viene de origen, por tanto, está íntimamente relacionado con la esencia, y no, necesariamente, con crear algo nuevo, lo que sí es creatividad. Un artista es original cuando es capaz de estampar en su obra el color y matices de su alma. Es como decir, a través de una poesía, pintura o fotografía, "este soy Yo". Así, una obra puede ser creativa, pero no original. Esto se ve mucho en fotografía de naturaleza, donde es costumbre querer copiar la obra de quienes admiramos. Todos tenemos líderes espirituales en el oficio de hacer fotos, pero no debemos imitarlos, sino aprender de ellos a través de sus imágenes, integrando en nosotros su forma de ver y sentir la vida. Así podremos definir nuestro estilo, encontrar nuestra esencia, y ser, finalmente, originales.
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Estero Alaska. Lonquimay. Novena Región 2010 |
Esta imagen, capturada en las cercanías de Lonquimay, me representa de muy buena manera. Esa tarde el viaje era para fotografiar una bella cascada, pero cuando llegué la luz no era buena. Disparé un par de intentos, pero sabía que no era lo que quería. Entonces, caminando de vuelta, me detuve a observar la elegancia del agua y el mágico verdor del musgo en las piedras. El paisaje en sombras me hacía predecir un tinte azulado en el agua, que usado de manera creativa, sería un sutil contraste con el verde-amarillo del musgo. Así, en los pequeños detalles me sentí representado, y volví a la cabaña con la alegría de una imagen original y creativa.