Gracias a la fotografía de naturaleza me he convertido en un adicto a la pintura. Durante el siglo XIX tuvo su desarrollo el movimiento Francés Impresionista, quienes se dedicaron a observar cómo la luz pintaba con atractivos colores el paisaje natural. Aquí en Chile la pintura tuvo su propio desarrollo, con una delicada influencia del viejo continente. Alfredo Helsby (1862-1933), “el artista de la luz”, se describe en la colección de Pintura Chilena del Siglo XIX de Ediciones Origo como un “excéntrico porteño hijo de inmigrantes Ingleses, quien fue el único pintor del siglo XIX capaz de captar la luz de los paisajes chilenos en todo su esplendor. En sus numerosos viajes de norte a sur estudió, y luego traspasó a la tela, la atmósfera del país, convirtiendo a la luz en protagonista de sus obras, reconocidas tanto en Chile como en el extranjero”. En el texto anterior está la esencia de la fotografía de naturaleza. Luz, paisajes, viajes, estudio, atmósfera. Qué nítida conexión entre Pintura y Fotografía.
La pintura de Helsby “Cumbres al Amanecer” inflamó mi pecho de emoción la primera vez que la vi. Es un retrato de Montaña, pero no literal, sino emocional. Un cuadro simple y elegante, donde las manchas de color reviven mágicamente las sensaciones de las altas cumbres al amanecer. Los que hacemos fotografía de Montaña sabemos muy bien que las mejores luces son las primeras y últimas del día, siendo el alba y ocaso momentos de infinita belleza. Helsby salpica la Montaña con esquivos trazos azules, entremedio de tonos rosáceos y verdosos. El paisaje se corona con un cielo calipso, sobre cumbres distantes, cubiertas con un suave y difuso tono rojizo. El colorido, al no ser literal, nos lleva a la interpretación, y de ahí quedamos a un paso de las sensaciones. La perfecta recreación de la frescura de la mañana en la exquisita combinación de colores pastel.
Tributo a Helsby. Volcán Osorno. Décima Región 2010 |
Con el hermoso cuadro de Helsby en mi corazón, me atreví a recrear el “paisaje de las emociones” en una intencionada fotografía que hice del volcán Osorno en el Sur de Chile. El momento de la captura fue un perfecto atardecer. En el procesamiento de la imagen dejé de protagonistas los tonos rosáceo y azul, de la parte iluminada y en sombras, respectivamente, del volcán cubierto por un manto de nieve Otoñal. Así, en un tributo al pintor, la intención de la imagen es revivir las sensaciones de un atardecer en la Montaña.