Retratos de Flores

Sin duda alguna las flores son un motivo muy atractivo en fotografía de naturaleza. Mirándolas de cerca descubrimos toda su belleza y elegancia. Sus formas y colores siempre nos deslumbran. El cuadro se completa con las exquisitas fragancias que brotan de su esencia. Pero lograr una buena imagen de ellas supone un gran desafío. Las hojas, las ramas, el pasto alrededor, se incorporan en la fotografía como desorden visual si no visualizamos previamente una composición simple. Una recomendación que es bueno tener presente es ubicarnos a la altura de la flor, es decir, buscar una posición, típicamente, cerca del suelo, lo que no es costumbre para nosotros. No debemos simplemente agacharnos, sino con mucho respeto ofrecer una reverencia. Recordemos que cuando la fotografía corre como disciplina artística por nuestras venas, debemos establecer una conexión emocional con el motivo de la imagen.

Para lograr un buen desenfoque del fondo, con el objetivo de destacar a las protagonistas florales en el primer plano, las alternativas primeras son usar una gran apertura, por ejemplo F/2.8 o F/4, y longitudes focales largas, siendo los teleobjetivos excelentes candidatos, por ejemplo 200mm. El máximo desenfoque del fondo se logra enfocando a la mínima distancia de enfoque, pero entonces se debe tener mucha precaución, pues esta condición también minimiza la profundidad de campo. Los lentes Macro son ideales para fotografía de flores, sugiriendo siempre el uso de trípode para lograr la mejor composición, y el enfoque manual para asegurar que el plano de nitidez quede exactamente donde queremos. Con enfoque manual el modo de visión directa es la mejor herramienta disponible.


Huallilemu Alto. El Quisco. Quinta Región 2010


Huallilemu Alto. El Quisco. Quinta Región 2010

En las imágenes se muestran dos retratos de flores que fueron capturados con una diferencia de solo un par de metros. Las primeras luces de un día despejado pueden ser duras y fuertes sobre la suave superficie de los pétalos, por lo que usé un disco difusor blanco. Eliminando los brillos intensos y logrando una iluminación más uniforme, los colores se saturan de manera natural, conservando todos los detalles que requiere un retrato. Ubicando de manera precisa el disco difusor, intenté crear una atmósfera íntima en la primera imagen para destacar la transparencia. En cambio, en la segunda imagen, dejé que una parte del fondo se iluminara de manera directa para crear una atmósfera dinámica, con delicadas manchas de color, buscando un intenso contraste entre el verde y naranja.