El Arte de Excluir

¿Cómo lograr una composición limpia y elegante?. Simplificar el gran paisaje es un excelente ejercicio de composición, pues con pocos elementos se puede lograr nitidez en el mensaje emocional que queremos transmitir. El proceso requiere de una profunda reflexión, pues el balance debe ser preciso. Nada debe sobrar, ni nada debe faltar. Una buena idea que podría ayudar a responder la pregunta planteada al inicio, sería buscar una composición que represente un cuadro de pintura que haríamos del paisaje. Partimos con una tela blanca. Los primeros trazos definen el cuerpo del cuadro. Cuando pintamos vamos coloreando de adentro hacia afuera, y así, los bordes siempre están limpios. Podemos construir la pintura usando la imaginación, pero se sugiere hacer, con papel y lápiz, un bosquejo de nuestra visualización. Hago notar que no es fácil trasladar el dibujo a una imagen, y es justamente aquí donde está el valor creativo de la fotografía. Por ejemplo, con la práctica aprendemos cuál es el efecto de la longitud focal en las distancias aparentes, y tamaños relativos, entre los objetos que forman parte de la composición.

Con esta idea en mente, intenté una composición limpia y elegante en uno de mis viajes a la Araucanía Andina. Pero fui un poco más allá, y dejé que, literalmente, las nubes se dibujaran en las altas cumbres. Una exposición larga escondió gran parte de los detalles en la vegetación, detrás del velo que crearon las nubes en movimiento. La sutil falta de nitidez permite crear una ambientación pictórica, siendo una apuesta creativa para evocar los trazos de un pincel.


Araucanía Andina. Malalcahuello. Novena Región 2011

“La pintura es el arte de incluir. La fotografía el arte de excluir”. En una pintura la elegancia se va construyendo trazo a trazo, mientras que en una fotografía de naturaleza, muchas veces se logra decidiendo con sabiduría qué dejar fuera del encuadre.