Pintura Digital

La fotografía nos permite retratar el paisaje con una fidelidad subjetiva. Hacemos uso de las limitaciones técnicas de manera creativa para imprimir emociones en la imagen. Pero podemos cruzar la barrera de la realidad literal, y adentrarnos en un mundo de formas y colores, el mundo de la pintura digital. Podría intentar una explicación elaborada, pero citaré las bellas palabras de Michael Orton para motivar la idea: “Imagino que el paisaje es un cuadro de pintura fresca. Mi cámara fotográfica es una tela blanca. Entonces, coloco la tela sobre el paisaje, presiono gentilmente, y la arrastro hacia abajo. Como la pintura está fresca, los colores se mezclan, y la gama cromática resultante es muchísimo más rica que la que tenía originalmente frente a mis ojos”. La técnica, descrita con una bellísima analogía, es simple de entender, pero difícil de dominar. La exposición debe ser más larga de lo habitual, permitiendo el movimiento, por ejemplo vertical, de la cámara. Se pierde toda nitidez, pero se rescata la esencia del paisaje en formas simples y colores saturados. Las imágenes así obtenidas generalmente tienen una estética Impresionista. Se alejan de lo que sería una fotografía tradicional, pero se acercan a un formato de pintura digital.


Simulación de Pintura Digital. Reserva Nacional Llanquihue. Décima Región 2010

En la imagen se muestra un ejemplo simulado electrónicamente con un filtro de desenfoque de movimiento vertical. La fotografía la hice años atrás en la Reserva Nacional Llanquihue. Es una cascada de 50 metros, con abundante vegetación todo alrededor. La técnica elimina los detalles, mezclando colores primarios, que resultan en colores secundarios, no visibles para nosotros en la escena original. La imaginación, piedra angular de la creatividad, permite dar vida a una nueva forma de expresión, la pintura digital.